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Te pones a mover el sofá y al agacharse y coger peso te da un tirón en la espalda, ¿qué es lo que ha sucedido exactamente? ¿Qué es lo que determina la posibilidad de lesión?
Vamos a dibujar una gráfica para explicarlo, esta línea de abajo representa el nivel de actividad, a la izquierda tenemos a personas que no hacen ningún tipo de actividad, es decir personas sedentarias, y a la derecha personas que hacen mucho deporte.
En el eje vertical, colocamos la probabilidad de lesión, cuanto más arriba vayamos mayor será la probabilidad y cuanto más abajo estemos menor será la probabilidad de lesionarse.
Paradójicamente tanto las personas muy sedentarias como las personas muy deportistas tienen un riesgo de lesión muy alto.
Sin embargo al unir estos dos puntos es cuando ocurre la magia, como ves según realizamos actividad deportiva, el riesgo de lesión disminuye hasta encontrar a niveles muy bajos cuando hacemos una actividad de forma moderada, y a partir de aquí vuelve a subir hasta aumentar el riesgo de lesión considerablemente.
Lo importante para no lesionarse es mantenerse en este rango, con una actividad física de moderada a vigorosa de 3 a 4 veces por semana.
En las personas sedentarias, su cuerpo está tan poco habituado a la actividad que cuando tienen que llevar a cabo un movimiento más exigente cómo mover un sofá, las estructuras como los músculos, ligamentos y tendones no serán capaces de soportar la carga y provocarán dolor.
En las personas muy deportistas, es la falta de reposo y la fatiga muscular, lo que debilita todas estas estructuras, haciéndolas más frágiles y susceptibles a una lesión fortuita, como una rotura de fibras o un esguince.
Tomate unos segundos y piensa en qué punto de la gráfica estás, ¿eres más bien una persona sedentaria o una persona que hace mucho deporte?
A pesar de la simpleza de esta gráfica encontrar el punto ideal o de menor probabilidad de lesión es muy difícil y muy diferente dependiendo de cada persona ya que depende de muchos factores.

La cantidad de actividad física semanal es la clave, sin embargo la edad, el reposo, la alimentación y la salud mental influyen también fuertemente en tu situación dentro de la curva. Un cuerpo que no hace ninguna actividad, que no está adaptado a su entorno será más frágil y lesionara fácilmente al no poder hacer frente a las demandas físicas del día a día.

Si hablamos de edad salir a correr 30 minutos 3 veces por semana a los 20 años, puede ser una actividad poco exigente físicamente, sin embargo a los 80 años, salir a correr puede ser una carga deportiva muy alta aumentando exponencialmente el riesgo de lesión.

El reposo es otro de los pilares de la recuperación, si haces deporte de intensidad moderada, pero duermes mal todas las noches, el riesgo de lesión aumentará considerablemente, encontrándote más bien en la parte derecha de la tabla. De joven los que iban al gimnasio después de no haber dormido por una noche de fiesta eran los que más se lesionaban.

Si no comes lo suficiente tu cuerpo sufrirá mucho a la hora de recuperarse tras una sesión de deporte, y si los músculos ligamentos y tendones no tienen los nutrientes necesarios, y sigues practicando deporte sin ponerle remedio, estas estructuras se volverán más sensibles y más propensas a lesionarte.

Por último, y no por ello menos importante, la salud mental. Situaciones estresantes como la pérdida de un trabajo, un fallecimiento o un divorcio altera la capacidad de adaptación al deporte de nuestro cuerpo y lo hacen mucho más sensible a las lesiones, colocandote en la parte derecha de la gráfica.

Ahora que ya conoces toda esta valiosa información, piensa de nuevo en qué punto te encuentras de la tabla, y cómo puedes mejorarlo.
Hacer más deporte, dormir mejor, comer mejor y meditar son actividades excelentes que te permitirán acercarte más a esa zona ideal. Invertir tiempo en tu salud es exactamente eso, una inversión que te permitirá tener un mejor bienestar y una mayor energía en tus actividades.

La información expuesta no constituye un consejo médico.
Se trata únicamente de un punto de vista y no pretende ser la verdad única.
Si tiene cualquier duda visite a su profesional de la salud.
El autor del vídeo no se hace responsable de los daños que una aplicación incorrecta o sin supervisión pudieran ocasionar a las personas que siguen las indicaciones recomendadas.