En este vídeo descubrirás que es el sindrome de la cintilla iliotibial o rodilla de corredor, porque se produce y cual es su tratamiento.

¿Qué es la rodilla de corredor o síndrome de la cintilla iliotibial? Es una lesión en la que se inflama la inserción de la cintilla iliotibial a causa de la fricción y/o sobreuso, provocando un dolor punzante o sensación de quemazón en la cara externa de la rodilla mientras corremos. Es una patología que generalmente ocurre en corredores durante la práctica deportiva, ya sean nóveles por la inadecuada forma física y calzado, o corredores avanzados por el sobreentrenamiento al que se exponen.
La cintilla iliotibial forma parte del músculo tensor de la fascia lata, teniendo su origen ubicado en la espina iliaca anterosuperior, y su inserción es a través de la cintilla iliotibial en el cóndilo lateral de la tibia más específicamente en el Tubérculo de Gerdy. Su principal función es la Abducción o separación de la cadera y la estabilización de la rodilla por su cara externa.
Antiguamente, se relacionaba este síndrome como una patología causada por la fricción entre la banda iliotibial y el cóndilo femoral lateral, aunque teorías más recientes indican que la causa puede ser el impacto de la banda iliotibial con el epicóndilo femoral lateral a aproximadamente unos 20-30º de flexión de rodilla, como siempre, puedes encontrar todas las referencias en los comentarios delvídeo. (estudio)

¿Por qué se produce?
El dolor siempre es multifactorial, y por ello no puede decirse que sea causado únicamente por una cosa u otra, pero hay una serie de factores que, según la evidencia científica actual, parecen predisponer a sufrir este síndrome. A continuación, enumeramos los factores:
-Diferencia en la longitud de miembros inferiores
-Prominencia aumentada de epicóndilos femorales
-Debilidad muscular
-Debilidad en abductores de cadera
-Valgo dinámico de rodilla
-Deficiente estabilización de la pelvis durante la fase de carrera
-Mala técnica de carrera

A pesar de citar todas estas posibles causas, hay que destacar que en ningún caso una sola causará el síndrome de la cintilla iliotibial de forma aislada. ¿Por qué? muchas de estas causas, como por ejemplo la diferencia en longitud de piernas, la prominencia de los epicóndilos femorales, o el valgo dinámico… son factores que el corredor ha tenido siempre o casi siempre durante toda su vida, y a pesar de ello no ha tenido dolor durante toda su vida, sino de manera puntual. Estas causas deben entenderse como factores predisponentes, que favorecen la aparición del problema.
En un momento dado pueden ser causas que contribuyan a padecer este síndrome, pero nunca podemos tratar ninguna de las anteriores causas como la principal.
Personalmente, el factor determinante en la rodilla de corredor, es el aumento brusco de la carga de entrenamiento sin llevar a cabo una progresión adecuada.

¿Como se diagnostica?
La zona de dolor que corresponde al síndrome de la cintilla iliotibial puede al mismo tiempo corresponder a otro tipo de lesiones a nivel de la rodilla. Por ello la importancia de realizar una buena evaluación y unos buenos test ortopédicos.
La prueba de Noble, de Renne o de Ober podrían ayudarnos a determinar la existencia de esta lesión. Sin embargo, para no alargar demasiado el vídeo he elaborado un vídeo aparte en donde abordamos todos estos test diagnósticos. Para acceder a él como siempre, pincha en la esquina superior derecha de la pantalla.

¿Cuál es su tratamiento?
Como siempre, el tratamiento variará dependiendo de un paciente a otro, nunca deberíamos seguir una misma receta para todos, a continuación, vamos a ver unos principios básicos desde los cuales poder establecer un tratamiento personalizado:

1. Empecemos con la terapia manual y el tratamiento del dolor. Para la reducción del dolor, los estudios indican que la terapia manual puede ser beneficiosa para intentar disminuir el tono muscular del vasto lateral del cuádriceps, glúteo, tensor de la fascia lata, glúteo medio y recto femoral.
El hielo en aplicaciones de 15 minutos también puede ayudar en un primer momento para alivio del dolor.

2. En segundo lugar, adaptar y modificar la carga de ejercicio es esencial para evitar que el dolor se cronifique y se perpetúe durante semanas. Esta adaptación es la parte más importante del tratamiento, y variará dependiendo de si el dolor le impide al paciente continuar con la práctica deportiva o no.

3. En tercer lugar deberíamos mejorar la técnica de carrera, ya que la aparición del síndrome de la cintilla iliotibial se ha relacionado con una mala técnica de carrera. Pero… ¿cómo reconocemos una buena técnica de carrera? La buena técnica de carrera se reconoce por un impacto con el suelo del mediopié, en lugar del talón, produciéndose el impacto del pie, en lugar de delante de nuestro cuerpo, justo debajo.

4. La cuarta y última parte del tratamiento es la realización de una rutina de ejercicios terapéutico