Identifica el origen de tu dolor
Hola amigos, hoy aprenderemos a diferenciar y clasificar los tipos de dolor según la estructura lesionada.
A pesar de parecer algo simple, cada dolor es particular, y estas particularidades pueden darnos importantes pistas a la hora de enfocar nuestro tratamiento.
Vamos a describir 4 tipos de dolor, muscular, tendinoso, ligamentario, nervioso y visceral.
El dolor muscular, el más recurrente de todos ellos, se presenta de muchas maneras diferentes.
Aparece al realizar una elongación o contracción muscular activa, y en la mayoría de las ocasiones se presentarse en forma de microrroturas o puntos gatillo. Suele localizarse fácilmente a punta de dedo.
El dolor ligamentario aparece cuando se somete al ligamento a estiramiento y se caracteriza por una sensación de ligera quemazón. Las molestias no suelen aparecer inmediatamente. Suelen reaccionar con dolor a la palpación directa, incluso si no se encuentran lesionados.
Por ejemplo cuando estamos sentados de manera incorrecta, los ligamentos posteriores de la columna sufren, pero no es hasta pasados unos cuantos minutos que sentimos la sensación de quemazón, sobre todo entre los omóplatos.
Esta quemazón suele aliviarse rápidamente al corregir la postura.
El dolor tendinoso es difícil de diferenciar del muscular. Los tendones son las estructuras que unen el musculo
al hueso. Encontramos pocas diferencias respecto al dolor muscular. Habitualmente el dolor tendinoso suele estar presente en reposo,
aumentando su dolor a la contracción y la palpación. Como el dolor muscular, se localiza fácilmente a punta de dedo.
Su aparición esta más relacionada con el abuso de ciertos movimientos repetitivos, por lo tanto suele ser un dolor inflamatorio.
El dolor neurológico es lancinante, podemos sentirlo en forma de quemazón, o como si fuera un mordisco.
A diferencia del dolor ligamentario es no se puede localizar en un punto preciso, y es difícil de detectar a la palpación, suele irradiarse
a distancia, y es muy muy sensible al estiramiento. En ocasiones esta acompañado de perdida de sensibilidad.
Por ultimo el dolor visceral es el mas complicado de todos. Se origina en las vísceras u órganos internos.
Suele ser un dolor sordo y difícil de localizar, en la mayoría de ocasiones referido a zonas corporales que a priori no tienen nada que ver con el origen.
Como por ejemplo la aparición de dolor en el brazo izquierdo al sufrir un infarto, o dolor en el hombro derecho cuando existen problemas de hígado.
Estas características son solamente pequeños consejos que os ayudarán a tener más información sobre vuestro problema.
Conocer el origen de vuestra lesión es el primer paso a la hora de proponer un tratamiento exitoso.
En ningún momento debéis tomar esta información como un consejo médico, para obtener más detalles visita tu profesional de la salud.
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