¿Tienes una faja abdominal entre las manos y no sabes si debes usarla? Si te sientes identificado con estas preguntas, este vídeo es para ti.

El uso de fajas abdominales está muy generalizado tanto en pacientes que tienen dolor lumbar como tratamiento, como en trabajadores que manipulan cargas pesadas como prevención.
Veamos desde el principio en qué consiste una faja abdominal.
Nosotros, como seres humanos, disponemos de una faja abdominal natural que se encarga de mantener los órganos en su sitio, y de unir la zona de las costillas con la pelvis. Esta faja abdominal fisiológica está formada por los músculos abdominales oblicuos y por el transverso del abdomen. Ambos se encuentran en capas musculares profundas. Nuestra faja, conforma junto con el suelo pélvico y el diafragma un balón intraabdominal que cuenta con una determinada presión.
La faja lumbar funciona igual que nuestra faja abdominal fisiológica. Al colocar la faja alrededor de nuestro abdomen, esta aumentará la presión intraabdominal dando una mayor estabilidad y seguridad a la columna lumbar.
Además esta presión intraabdominal aumentada disminuye la presión sobre los discos intervertebrales dando un alivio pasajero a nuestra espalda. El propio efecto de la faja sobre el abdomen hace que la presión intraabdominal se dirija hacia arriba, hacia el diafragma, y hacia el suelo pélvico. Este aumento de la presión a nivel del diafragma puede proporcionar una sensación de tracción vertebral, ya que el músculo se origina en las primeras vértebras lumbares.
Sin embargo, en muchas ocasiones se dice que usar una faja lumbar es malo para la espalda. ¿Cómo es posible?
En un principio debemos diferenciar las dos situaciones en que se pueden usar las fajas. Como tratamiento del dolor, en pacientes que tienen lumbalgia aguda, y como prevención en trabajadores que deben manipular cargas pesadas.
En el primer caso, la faja está recomendada únicamente si el dolor es muy intenso, y si la utilizamos durante un periodo de tiempo limitado. El uso de la faja abdominal, sustituye nuestra propia faja abdominal muscular, por ello, al usarla puede que estés aliviado el dolor momentáneamente, pero al mismo tiempo estarás debilitando todos tus músculos abdominales y lumbares ya que la faja suplirá su función. Si una vez que te quitas la faja tus músculos no son capaces de sostener tu columna, lo más probable es que el dolor lumbar vuelva a aparecer, y se perpetúe durante el tiempo.
Por ello debes limitar su uso a los momentos de mayor dolor, durante un máximo de unas horas.
En el caso del uso de faja en el ámbito profesional, recomiendo su uso únicamente para hacer frente a las cargas más pesadas. Dejando que nuestra propia faja abdominal trabaje cuando no estamos levantando cargas pesadas.
¿Y en el caso del deporte? ¿La sentadilla o el peso muerto?
Básicamente se aplican los mismos principios que hemos visto anteriormente, y se aplican en las siguientes situaciones.
Cuando vayas a usar cargas elevadas que puedan comprometer la espalda baja
Cuando sufras alguna molestia o lesión en la zona lumbar y, gracias al cinturón, puedas cumplir el entrenamiento sin perjudicar a la recuperacióndel dolor.
Cuando la zona lumbar esté fatigada y necesite ese soporte extra del cinturón para terminar el entrenamiento.

Muy bien amigos esto ha sido todo sobre el uso de fajas abdominales, espero que esta información os sea muy util, la faja lumbar puede ser un gran aliado, pero también un gran enemigo si no sabemos dosificar su utilización. Si has llegado hasta aquí es porque el vídeo te está gustando, porque te esta siendo útil, o porque estas enamorado de mi calva, sea cual sea la razón, espero que puedas compartir el vídeo con aquellos que lo necesites. Si lo que necesitas es una atención personalizada, y un programa de ejercicios para dar solución a tu lesión, puedes contactarme en mi nueva plataforma, tufisio.online, para que me ocupe de tu caso personalmente.
Un saludo, espero verte en el próximo vídeo.

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