¿Acabas de leer tu informe radiológico y no entiendes nada? Descubre las diferencias entre hernia de disco, protrusión discal, y abombamiento discal.
Se estima que aproximadamente el 68% de la población, es decir 1 de cada 7 personas, tiene algún tipo de discopatia degenerativa, término en el que englobamos todas los problemas de la columna lumbar ligados al desgaste, como puede ser una protrusión, una hernia discal, una pérdida de altura del disco, o una fisura anular entre otros. Sin embargo las estadísticas muestran también que menos de 7 de cada 10 personas tienen dolor de espalda de manera continuada. ¿Qué es lo que ocurre? ¿Porqué los números no encajan? ¿Porque hay personas con una hernia discal sin dolor lumbar? ¿Porque hay personas sin discopatia degenerativa que tienen dolor de espalda? ¿Las fuentes son fiables? La respuesta es muy simple, no existe correlación entre los hallazgos de una discopatia degenerativa y el dolor lumbar. Y quiero que esto quede muy claro, las hernias de disco o protrusiones discales no están SIEMPRE acompañadas de dolor, y no aparecen de un día para otro a menos que hayas sufrido un grave traumatismo.
Puedes tener dolor de espalda asociado a una discopatía, como también puedes tener dolor de espalda no asociado a una discopatía, como también puedes tener dolor de espalda y una discopatía sin que sea está el origen de tu dolor. Aclarado este concepto, para que estés más tranquilo vamos a ver cuales son las diferencias entre una protrusión y una hernia discal.
En primer lugar, hablemos del disco intervertebral. Esta almohadilla que se encuentra entre dos vertebras tiene la función de amortiguar el peso del cuerpo y dotar de movilidad a nuestra columna. Está formado por el núcleo pulposo compuesto por agua y los anillos fibrosos dispuestos de manera entrecruzada para mantener el núcleo en su interior y limitar en cierto modo los movimientos de la columna. Un disco sano o normal se define como tal porque tiene una forma normal ovalada y no tiene evidencia de degeneración o desgaste. El disco normal se mantiene íntegramente dentro de los límites del espacio del disco sin sobrepasar los límites de la vértebra a la que está unido. Por lo tanto, un disco normal no sólo tiene una forma normal, sino que no se extiende más allá de sus límites habituales y no tiene indicios de degeneración o desgaste.
Una vez que hemos definido lo normal, podemos pasar a definir lo anormal. Una de las anormalidades más comunes son las hernias de disco, que se definen como un desplazamiento localizado del material del disco que involucra el 25% o menos de la circunferencia del disco. En las hernias discales, ya sea por un traumatismo o por la degeneración con el paso del tiempo, los anillos fibrosos que rodean al núcleo han ido perdiendo calidad y resistencia, y acaban rompiéndose, dejando escapar material del núcleo. Las hernias de disco se pueden subdividir en protuberancias y extrusiones. En una protuberancia, el material del disco herniado posee una conexión considerable con el espacio del disco como puedes ver en esta figura. En una extrusión, una gran cantidad de material del disco se ha extendido más allá del espacio del disco, conectado sólo por un fino tallo. Entonces, en resumen, si una resonancia magnética muestra que el desplazamiento del disco más allá de los límites normales del disco implica un 25% o menos de la circunferencia del disco, clasificamos ese disco como herniado y puede clasificarse además como una protuberancia o una extrusión dependiendo de la conexión que tenga con el espacio del disco. Es importante señalar, como dije al principio del vídeo, que estas definiciones no tienen porque coincidir con los niveles dolor o gravedad mayores. Sin embargo, las hernias de disco pueden ciertamente causar dolor de espalda o de pierna. Las hernias de disco pueden comprimir las raíces nerviosas que viajan hacia la pierna, provocando una radiculopatia, acompañada de ciática, entumecimiento o debilidad muscular. Incluso si una hernia de disco no está comprimiendo un nervio, pueden causar dolor al generar una fuerte reacción inflamatoria.
El abombamiento discal es otro tipo de forma de disco anormal, a diferencia de las hernias, los abombamiento son causados por el desgaste normal del disco y se observan comúnmente en personas normales que no tienen dolor de espalda. La diferencia entre un abombamiento discal y una hernia es que, en un abombamiento , una parte más grande del disco se desplaza más allá de sus límites normales. En una hernia de disco, hay un desplazamiento del disco de menos del 25% más allá de sus límites normales. En un abombamiento discal,, hay un desplazamiento generalizado del disco mayor o igual al 25%, tal y como puedes observar en esta figura.. Curiosamente, aunque los abombamientos discales muestran porciones más grandes del disco anormalmente desplazadas, es menos probable que sean dolorosas en comparación con las hernias de disco.