¿Sabes todo lo que la fisioterapia puede hacer por los pacientes con COVID?
Hoy voy a presentarte una rutina de ejercicios y técnicas respiratorias que ayudarán a estos pacientes a mejorar la ventilación y contrarrestar los efectos del encamamiento.

Hace unas semanas me prometí a mi mismo no hablar del coronavirus. Existe mucha información disponible online en estos momentos, de personas altamente cualificadas. Sin embargo, incluso después de todo lo que hemos sufrido durante esta pandemia, a dia de hoy aún se desconoce el gran papel que la fisioterapia tiene en la recuperación y mantenimiento de un paciente con covid.
Estos ejercicios te serán de ayuda tanto si te han diagnosticado de coronavirus como si estás recuperándote después de haber pasado unos días en reanimación.

Uno de los principales síntomas del coronavirus es la pérdida de la capacidad pulmonar entre un 20 y un 30%, por ello los ejercicios de expansión torácica y respiración dirigida tienen mucha importancia, así que vamos a empezar por ellos.

En el primer ejercicio vamos a trabajar el diafragma. Coloca una mano en el pecho y otra en el abdomen. Inspira con la nariz enviando el aire hacia tu abdomen, como si quisieras inflarlo. A continuación suelta el aire suavemente por la boca. Una vez dominada la técnica puedes hacer respiraciones normales. Prueba a realizar el ejercicio en diferentes posturas, boca arriba, sentado o incluso de pie, cada una de estas posiciones hará trabajar al diafragma de diferentes maneras.
A continuación vamos a realizar un ejercicio de expansión abdominal y torácica. Empezamos igual que el ejercicio anterior, coge aire por la boca e intenta llevarlo hacia tu abdomen, cuando notes que este está lleno, empieza a llevar todo el aire que puedas hacia tus costillas expandiendo la caja torácica. Suelta el aire por la boca lentamente. Igual que en el ejercicio anterior, comienza tumbado boca arriba y si lo dominas ponte de pie o siéntate al borde de la cama.
En el siguiente ejercicio empezamos sentados al borde de la cama. Eleva los brazos hacia el techo y coge aire por la nariz abriendo tus caja torácica al máximo. Desciende los brazos soltando el aire lentamente por la boca.
A continuación coloca tus brazos en horizontal por delante de ti, con las palmas de las manos por encima de la cabeza. Ábrelos a ambos lados, al mismo tiempo que coges aire hacia tus costillas por la nariz. Suelta el aire lentamente mientras devuelves los brazos a la posición inicial.

Además de la respiración las posiciones que adoptas en la cama son muy importantes para la ventilación. En principio siempre que puedas deberías hacer un esfuerzo y mantenerte en actividad todo lo posible. Si eres capaz de caminar, camina, si eres capaz únicamente sentarte al borde de la cama siéntate y aguanta el tiempo que puedas, respetando siempre los niveles de fatiga. Si sólo puedes moverte en la cama, cambia regularmente de posición, boca arriba, de un lado, del otro boca abajo… Los cambios de posición tienen un impacto muy positivo en la ventilación.
Si notas que tienes problemas respiratorios, colócate boca abajo, la posición decúbito prono es una estrategia capaz de mejorar la oxigenación arterial en pacientes con síndrome de distrés respiratorio agudo. Esta posición juega un papel importante en la distribución del oxígeno en los pulmones. Además el diafragma se mueve mejor en esta posición los que nos lleva a una mejor ventilación.

Te propongo la siguiente rutina de ejercicios, para mantener la actividad física y el volumen muscular.

Tumbado:
1. Haz movimientos circulares en un sentido y otro con las puntas de tus pies. Puedes hacer 10 repeticiones en cada sentido. Estos movimientos te ayudarán reactivar la circulación de tus piernas.
2. Dobla alternativamente tus piernas llevando la rodilla hacia el pecho, 10 veces cada una.
3. Eleva la pierna completamente estirada unos centímetros de la cama. No es necesario llevarla muy arriba, basta con despegarla del colchón. Realiza 10 repeticiones con cada pierna.

Sentado:
1. Sentado al borde de la cama, lleva alternativamente las rodillas hacia el pecho, hasta completar 10 repeticiones con cada pierna.
2. Estira alternativamente tus piernas. Asegúrate de aguantar unos segundos y de llevar la punta del pie hacia a ti al final del movimiento. Realiza 10 repeticiones con cada pierna.
3. Apoya tus pies en el suelo. Despega los talones durante 5 segundos para contraer tus pantorrillas. Realiza 10 repeticiones del ejercicio.

De pie:
1. Ponerse de puntillas, manteniendo la contracción durante 5 segundos en la parte alta.
2. Hacer sentadillas, descendiendo únicamente hasta donde puedas.
3. Elevar las rodillas por delante de ti como si quisieras llevarlas al pecho.
Realiza entre 10 a 15 repeticiones de cada uno de los ejercicios.

Puedes hacer la rutina de ejercicios una, dos o tres veces al día. Depende de tu nivel de fatiga y de tus posibilidades. Lo importante es moverse y mantenerse activo tanto como puedas.