¿Has sufrido una rotura fibrilar de isquiotibiales recientemente? ¿Practicas fútbol y quieres evitar lesionarte? Si te sientes identificado con estas preguntas, este vídeo es para ti.
¿Qué son los isquiotibiales?
Tengo que comenzar diciendoos que el término isquiotibiales se encuentra obsoleto. Este grupo muscular está compuesto por los músculos, bíceps femoral, semimembranoso y semitendinoso. Anteriormente se denominaban isquiotibiales porque se creía que el músculo bíceps femoral se insertaba en la tibia, pero con el tiempo se ha desvelado que es incorrecto. Por ello en lugar de isquiotibiales se le denomina isquiosurales en referencia a las diferentes terminaciones del músculo en la zona sural. Desgraciadamente no todo el mundo de la salud se ha hecho eco de este cambio y es muy común ver en numerosos sitios de internet e incluso libros el uso del término erróneo isquiotibiales.
¿Qué es la rotura fibrilar de los isquiotibiales?
La rotura fibrilar de los isquiosurales es la pérdida de la continuidad de una o más fibras musculares de al menos uno de los tres músculos. La gravedad de la lesión es variable según el número de fibras o fascículos a los que afecte. Habitualmente, cuando hablamos de rotura fibrilar nos referimos a una rotura parcial que incluye una o varias fibras o fascículos musculares, hablando de rotura completa cuando todo el grosor del músculo está afectado.
Se clasifican en tres grados dependiendo de la gravedad de la lesión: grado I (daño leve), grado II (daño moderado) y grado III (rotura completa).
¿Quién puede sufrir una rotura fibrilar de los isquiotibiales?
El perfil del lesionado es muy variable en cuanto a edad y género, no obstante, es una lesión muy relacionada con la práctica deportiva en especial con los futbolistas, y con una recurrencia alta en jugadores que hayan sufrido previamente una rotura.
Al contrario de lo que se piensa, esta lesión no se puede asociar únicamente a deportes de velocidad, también la sufren otros deportistas como bailarines o gimnastas, donde el músculo se ve sometido a estiramientos extremos.
¿Cómo se produce la rotura fibrilar de los isquiotibiales?
La alta incidencia de esta lesión es debido a la capacidad que tiene el músculo de desarrollar mucha fuerza en poco tiempo, y el elevado número de fibras de contracción rápida.
Dentro de la musculatura isquiosural, la zona más afectada es el bíceps femoral. Esto se debe a su compleja anatomía e inervación. Al tener sus dos porciones una inervación distinta, es más frecuente una alteración en la sincronización o asincronía en la contracción muscular. Esta asincronía provoca una disminución de la capacidad de absorber altas tensiones.
En análisis de la biomecánica de la carrera, se ha visto que la lesión se produce en la fase final de balanceo, cuando el isquiosural trabaja para desacelerar la pierna mientras controla la extensión de rodilla. En este momento, el músculo debe resistir el paso de una acción excéntrica a una concéntrica, momento de máxima tensión muscular y vulnerabilidad.
¿Cómo se diagnostica la rotura fibrilar de los isquiotibiales?
Como cualquier otra rotura muscular, las lesiones de este tipo aparecen de forma repentina durante la actividad deportiva pudiendo llegar a escucharse un crujido audible. En la rotura de los isquiosurales el dolor se localiza en la parte posterior del muslo, y en ocasiones en su inserción por debajo de la nalga. La intensidad del dolor será variable y no siempre estará directamente relacionada con la gravedad de la lesión. Es normal encontrar un hematoma o moretón en la zona varios días después de la aparición de la lesión.
La ecografía es la prueba diagnóstica por imagen recomendada para detectar y evaluar el alcance de la rotura de los músculos isquiosurales.
¿Cuál es la recuperación?
El periodo medio de convalecencia comprende entre 8 y 25 días dependiendo de la gravedad de la lesión.
Diversos factores se han reconocido como predictores de un periodo de convalecencia mayor y, por lo tanto, una recuperación más lenta. Estos factores son los siguientes:
Proximidad de la lesión al tendón.
Proximidad de la lesión a la tuberosidad isquiática.
Longitud y sección transversal de la lesión.
Recordad que si has sufrido una rotura de los isquiosurales, tienes grandes posiblidades de sufrir una segunda rotura. Por ello son importantes los factores que pueden contribuir a la re rotura o recauda.
Tales factores son:
Debilidad persistente del músculo lesionado.
Limitación de la movilidad/extensibilidad en la zona lesionada causada por el tejido cicatricial.
Ausencia de rehabilitación en lesiones previas.
Por lo tanto, el planteamiento terapéutico deberá ir enfocado, además de a restaurar el nivel funcional previo a la lesión, a evitar los factores contribuyentes a la recidiva.