Te ayudamos a entender la artrosis de manos, describiendo que es, porque se produce, y cual es el mejor tratamiento según tu caso personal.

¿Qué es la artrosis? Para entenderlo tenemos que conocer la anatomía de las articulaciones de la mano. Para hacerlo simple, debes entender que cada articulación está compuesta por dos huesos que se encuentran unidos por una capsula articular. Para mejorar el deslizamiento en estos huesos el extremo de cada uno está tapizado con cartílago. A su vez la capsula articular esta bañada en un líquido que lubrifica el movimiento disminuyendo el rozamiento entre los huesos. La artrosis es una degeneración del cartílago que recubre los huesos, lo que provoca que el hueso entre en contacto con el hueso produciéndose un doloroso rozamiento entre ellos.
Se trata de una enfermedad degenerativa, que aparece al cabo de los años, en la mayoría de las veces por una sobreutilización de la articulación. Por ello es normal encontrarla en personas de más de 50 años.
Desgraciadamente las mujeres son más propensas a padecerlo.

¿QUE SINTOMAS TIENE?
Tiene que quedar claro que el hecho de tener artrosis no garantiza la aparición de dolor. Al igual que tener dolor no es síntoma de tener artrosis. Muchas veces se ha demostrado que el envejecimiento normal del cuerpo y de las articulaciones lleva en la mayoría de los casos a la aparición de artrosis en diferentes articulaciones sin que esto sea un signo de enfermedad grave.
La artrosis se caracteriza por la aparición de dolor articular, sobre todo al final del día, siendo el dolor menos intenso al levantarnos por la mañana. Una zona de dolor común es la base del pulgar, más conocida como rizartrosis.
Es común encontrar rigidez matutina, que suele mejorar con el movimiento a lo largo del día.
La aparición de chasquidos en las articulaciones es más evidente que con la aparición de la artrosis, sin embargo, nunca debes interpretar un chasquido como dañino si este no está acompañado de un fuerte dolor. De nuevo la aparición de chasquidos no está relacionada con la existencia de la artrosis.
En casos de mayor gravedad podemos encontrar deformaciones en los nudillos de la mano llamados nódulos que no son más que deformaciones a causa del rozamiento entre hueso y hueso.

CAUSAS
La artrosis debe entenderse como un proceso normal de envejecimiento de las articulaciones del cuerpo, solo debe despertar inquietudes cuando se diagnostica a una edad temprana, antes de los 40 años.
La sobreutilización de las articulaciones de las manos puede favorecer la aparición de artrosis, ya que está ligada al desgaste articular, tener familiares cercanos con antecedentes de artrosis puede ser también decisivo a la hora de desarrollar artrosis temprana.
Las fracturas intraarticulares tienen la particularidad de que pueden dañar el cartílago, tal y como aparece en la imagen. El problema se presenta en el momento de la cicatrización, el hueso se consolida, pero el cartílago no es capaz de regenerarse por sí solo, por lo tanto, ese foco de fractura presenta un puto débil donde posiblemente se desarrolle artrosis.
Los golpes continuados como en el caso de los boxeadores, puede ocasiones la aparición de artrosis de nuevo temprana, debido a los traumatismos repetidos.

TRATAMIENTO
Como dije anteriormente la artrosis es una enfermedad crónica o degenerativa. Esto quiere decir que en ningún momento podremos revertirla, y que el paso del tiempo agravará la situación. Solo la cirugía es la única capaz de sustituir las superficies articulares remplazándolas por prótesis para eliminar el tejido dañado. Esto tiene que quedar muy claro, ya que define nuestro único objetivo en presencia de artrosis, frenar su avance, evitar que vaya a peor.
Que herramientas tenemos para ello.
En primer lugar, viendo las causas que lo producen, debemos evitar los golpes directos y la sobreutilización.
Las movilizaciones de los dedos son muy útiles, tanto de manera analítica articulación por articulación, como de manera funcional incluyendo movimientos de muñeca.
Lo ideal es realizar ejercicios en activo, para fortalecer la musculatura circundante dando una mejor estabilidad, y realizar automovilizaciones con la mano contraria siempre que no podamos disponer de un profesional de la salud cerca de nosotros. Las tracciones por su efecto de descompresión pueden ser muy eficaces.
Para el dolor, puedes aplicar calor, únicamente durante 15 minutos 2 o 3 veces al día. La utilización de herramientas como la parafina o los parafangos puede ser también muy útil para aliviar el dolor.
La utilización de ortesis de descarga pueden ser una buena opción para los periodos de mayor dolor.
Y por último cuando el dolor es demasiado intenso, y la artrosis nos impide mover correctamente los dedos, la mejor opción es la cirugía